Las Becas Fulbright, el programa de intercambio académico y cultural más importante patrocinado por Estados Unidos, celebra 75 años con más de 400.000 becarios en 160 países de todo el mundo; 800 de ellos son salvadoreños.
La historia de Fulbright en El Salvador comienza en 1952, cuando Ana Olivia Medrano obtuvo una beca para estudiar una maestría en Química en Estados Unidos.
Según los registros, durante la década de 1952 a 962, 28 profesionales salvadoreños completaron sus estudios de maestría en diferentes campos, como química, ingeniería, ciencias de la educación, psicología, derecho, medicina y ciencias sociales.
“El corazón de este programa es la oportunidad de realizar un intercambio académico y personal para fortalecer los círculos de amistad y paz”.
Michael Brooke, Agregado Cultural de la Embajada de Estados Unidos en El Salvador.
Y en la última década, entre 2010 y 2020, Estados Unidos invirtió alrededor de $ 24 millones en cuotas universitarias y en la vida de alrededor de 100 becarios.
Cada año, son seis los salvadoreños elegidos en dos modalidades: Programa de Estudiantes Extranjeros y Programa de Docentes Universitarios. Los solicitantes pueden elegir cualquier área académica, pero los interesados en la medicina tienen una restricción: no pueden elegir áreas en las que tienen que tratar con pacientes vivos.
¿CÓMO NACE EL PROGRAMA?
Después de la Segunda Guerra Mundial, el presidente Harry S. Truman firmó una ley en 1946 para establecer el Programa Fulbright, como un programa de intercambio académico internacional con un objetivo ambicioso: aumentar el entendimiento mutuo y apoyar las relaciones amistosas y pacíficas entre el pueblo de los Estados Unidos y otros países. países.
“Su objetivo es ambicioso, porque no es solo un intercambio académico. En este programa no solo buscamos personas por sus méritos académicos, lo más importante para nosotros es su potencial liderazgo, queremos a los participantes que van a viajar a Estados Unidos para realizar sus estudios y sus investigaciones y proyectos y luego de su regreso al país inmediatamente tienen un gran impacto en sus universidades, en sus clases, en sus comunidades y en su país ”, expresó el Agregado Cultural de los Estados Unidos. Embajada de los Estados en El Salvador, Michael Brooke.
MARISOL RIVAS: UNA BECA
Marisol Rivas, originaria de Jucuapa, Usulután, es una de las becarias que inició su intercambio este año y está cursando la Maestría en Enseñanza de Inglés para Hablantes de Otros Idiomas en la Universidad de Minnesota.
Rivas estudió toda su vida en una escuela pública, se graduó de su escuela secundaria pública local y sufre del trastorno del habla de la tartamudez. «Pero elegí cambiar la perspectiva de la palabra limitación por la palabra oportunidad», enfatizó cuando relató cómo esta experiencia, luego de los primeros seis meses, está cambiando su vida.
Marisol espera completar sus estudios en 2023 y regresar a su trabajo en el departamento de Idiomas de la Universidad de Oriente. “Les digo a los alumnos que lo prueben. Aplicar sirve para saber si cumplimos con todos los requisitos o averiguar si necesitamos trabajar en alguno de ellos y volver a aplicar”, dijo.
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