En 2020 y 2021, el Ministerio de Educación (MINED) reportó más de 26.000 casos de deserción escolar por bajo rendimiento académico, indican estadísticas de la cartera del Estado analizadas por LPG Data.
Solo en 2021 se registraron 67.184 casos de deserción en instituciones públicas y privadas, que se clasifican en 23 motivos de retiro y una categoría más denominada “otras causas”. Respecto a esto último, el MINED no aclara qué situaciones toma en cuenta.
De esta forma, la cifra de 2021 incluye causas que no necesariamente implican una salida del sistema educativo, como 10.908 estudiantes que cambiaron de domicilio y 50 que se fueron a otras escuelas. En los 56.276 casos restantes se alegaron motivos como dificultades económicas, acoso escolar, delincuencia, incluso la enfermedad o muerte del alumno. El MINED tampoco aclara si alguno de estos estudiantes volvió a la escuela.
“Creo que hubo una causa oculta más delicada, razones económicas. La mayoría de los alumnos de tercer ciclo dejan de estudiar por motivos económicos”.
Óscar PicardoInvestigador
Desde 2020, el bajo rendimiento académico fue la principal causa de retiro, según las estadísticas. En ese año, según datos de LPG, el MINED reportó 9.825 estudiantes que atribuían su salida de la escuela a este motivo. Al año siguiente, la cifra aumentó un 72,1% y llegó a 16.904 alumnos.
Es decir, en los dos primeros años de la pandemia del covid-19 -que, según organismos internacionales, provocó serios rezagos educativos-, el MINED reportó 26.729 casos de deserción por bajo rendimiento académico, cifra que no solo es la más alta desde 2008 (el ministerio no ha publicado datos de 2011), también supera la deserción por este mismo motivo en los cinco años anteriores. Según Educación, entre 2008 y 2019 hubo 25.054 casos de estudiantes que dejaron de estudiar por bajo rendimiento.
Consultado al respecto, el investigador y experto en educación Óscar Picardo explicó que factores ajenos al sistema educativo, así como factores económicos y sociales influyen en la deserción escolar; pero también hay causas internas, como la infraestructura y el ambiente escolar, “que afectan el rendimiento escolar y provocan la deserción”.
“Por ejemplo, paquetes escolares, uniformes, lápices, útiles, eso era para mitigar este fenómeno, porque había niños que no tenían para comprar mochilas, uniformes, útiles y por eso no iban (…). También, por ejemplo, tenemos aulas de un maestro o de dos maestros, donde tenemos tres grados en el mismo salón de clases, probablemente estos niños no aprenden bien las matemáticas y tendrán dificultades en el tercer ciclo y la deserción (escolar), » él dijo.
Economía, la causa «oculta» de la deserción
Tanto Picardo como dos sindicatos de docentes advirtieron que también se debe prestar atención al impacto que ha tenido el deterioro de la economía familiar en la matrícula escolar, particularmente desde los años de la pandemia.
Carlos Olano, secretario general del Sindicato de Maestros por la Educación para Todos (SINDOPETS), señaló que muchas familias están expresando que no tienen dinero para comprar «algunos útiles que el ministerio (de Educación) no da, porque el ministerio da un paquete escolar, pero no es suficiente para cubrir la necesidad del desarrollo de todas las materias». A estos gastos, prosiguió, se suma el costo del transporte del estudiante y otros gastos.
Idalia Zúniga, secretaria general del Frente de Maestros Salvadoreños, reconoció que durante los primeros dos años de la pandemia enfrentaron serias dificultades por la adopción abrupta de la educación virtual y esto repercutió en la deserción escolar, pero cuestionó si el bajo rendimiento académico había sido la principal razón de la deserción escolar en 2020 y 2021, pues, afirmó, el impacto económico del covid-19 fue más notorio en las escuelas. “Desde las escuelas pudimos ver que la deserción escolar se manifestaba más que nada por la falta de trabajo, porque muchos padres se quedaron sin trabajo”, dijo.
Según las estadísticas del MINED, si se excluye la categoría de “otras causas” y el cambio de domicilio del estudiante, el segundo motivo que provocó más deserción escolar en 2020 fueron las dificultades económicas, con 3.079 casos. En 2021, en cambio, se desplazó al quinto lugar con 2.591 casos. El segundo motivo de deserción ese año fue que los padres no querían que el alumno siguiera estudiando.
Para Picardo, el factor económico es una «causa oculta» de deserción. Desde hace años, la matrícula escolar en el tercer ciclo sufre una caída porque la mayoría de los estudiantes abandonan sus estudios para trabajar y contribuir a la economía de sus familias, sumado a una “baja valoración social de la educación”. Es decir, explicó, la gente no percibe que estudiar más implica obtener mejores ingresos.
“La deserción escolar se manifestó más por falta de trabajo, porque muchos padres se quedaron sin trabajo”.
Idalia ZúñigaFrente Magisterial
Los datos del MINED arrojan 1.857 casos de deserción por “otros trabajos estudiantiles” en 2020, 244 por “trabajos estudiantiles agrícolas” y 83 por “trabajos domésticos estudiantiles”. En 2021 aumentaron los casos para las tres categorías, llegando a 3.034, 724 y 418, respectivamente.
Si se suman los casos de dificultades económicas y los relacionados con otros trabajos de los estudiantes, resulta que en 2020 un total de 5.263 abandonaron sus estudios por estos motivos y otros 6.767 en 2021.
Aunque Picardo recordó que el número de nacimientos en el país se ha reducido y eso influye en el tamaño de la población estudiantil, e independientemente de la pandemia de covid-19, consideró que las autoridades gubernamentales deben prestar atención a la caída de la matrícula.
“Cuando uno examina los datos de 2015-2017 y los compara con las cifras de 2022, hay una caída bastante dramática y preocupante que debe analizarse en profundidad”, dijo. El investigador indicó que la caída acumulada de matrícula supera los 200.000 alumnos e insistió en que la reducción es «muy fuerte» sobre todo en el tercer ciclo y este comportamiento debería «preocupar mucho a las autoridades».
