El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) advierte que la «aparente mejora en indicadores como el déficit fiscal y la deuda pública» va en detrimento de áreas clave para la población salvadoreña como salud, educación e infraestructura, según cifras oficiales .
La entidad realizó un análisis del Presupuesto General del Estado 2023 y lo comparó con la ejecución del presupuesto del año pasado. Uno de los hallazgos de este seguimiento es que la mayoría de las instituciones tuvieron recortes, y entre ellas la salud, la educación y la infraestructura, en un contexto donde el mercado de capitales estaba restringido para la colocación de deuda por parte del gobierno salvadoreño, por lo que éste priorizó la emisión de deuda en el mercado interno.
“Los datos muestran que en 2022, el Gobierno priorizó los pagos del servicio de la deuda, sin embargo, esto tuvo consecuencias porque ante la falta de acceso a financiamiento, especialmente externo, lo que hizo fue recortar en áreas clave para el bienestar de la población; por ejemplo, los recursos del presupuesto de educación, salud y obras públicas en 2022 fueron inferiores a los que se habían ejecutado en 2021”, explicó Ricardo Castañeda, coordinador de ICEFI para El Salvador y Honduras.
“La mejora aparte del resultado fiscal, en los niveles de deuda pública se está dando en detrimento de áreas clave para el bienestar de la población”.
ricardo castañedaEconomista del ICEFI.
“La aparente mejora en el resultado fiscal, en los niveles de deuda pública está siendo en detrimento de áreas clave para el bienestar de la población”, reiteró el economista, quien indicó que este tipo de gasto es el que permite mejorar las condiciones de vida. de personas, mejorar los niveles de crecimiento económico así como reducir la pobreza y la inseguridad alimentaria, que en el caso de El Salvador se han incrementado, según datos oficiales e informes de organismos internacionales.
En cuanto al gasto público, el informe destaca que 2022 fue un año de austeridad por el limitado acceso al financiamiento y la prioridad en el pago del servicio de la deuda.
En este caso, el campo de la educación pasó del 4,6% del PIB (producto interno bruto) en 2021 al 3,9% del PIB en 2022, es decir, de $1.329,5 millones a $1.251,9 millones, respectivamente. Para 2023, el monto aprobado es de $1.501,9 millones o 4,5% del PIB, por debajo del porcentaje de 2021.
En salud pasó de 3,5% a 3,4% del PIB: para 2021 el monto destinado ascendió a $1.014,5 millones y el año pasado $1.073,1 millones; en 2023 la asignación es de $1.131,2 millones, pero no superaría el 3,38% del PIB.
El gasto en obras públicas pasó de 1,5 a 0,9% del PIB entre 2021 y 2022, es decir, pasó de $441,9 millones a $277,4 millones, respectivamente. Para el presupuesto que corre este año se aprobaron $413.9 millones (1.24%), monto incluso menor al de 2021.
Ayer, el presidente Nayib Bukele rechazó la observación a través de su cuenta de Twitter. «¿Cómo van a criticar que paguemos la deuda? ¿Y luego proponen no pagar?». cuestionó el presidente.
En su análisis, el ICEFI resaltó que para 2023 la partida presupuestaria más importante es el pago del servicio de la deuda pública, incluyendo intereses y amortizaciones, que alcanza los $2.134,9 millones, muy por encima de los $1.502,5 millones de educación o los $1.131,1 de salud.
Castaneda explica que al comparar el presupuesto aprobado para el 2023 versus el presupuesto ejecutado en el 2022, “hubo entidades que tenían muchos más recursos de los que se habían presupuestado en un momento, como seguridad y defensa, ya que por la situación que vivió El Salvador el año pasado se les asignaron más recursos”, comparó.
ingresos decrecientes
Otro aspecto que ICEFI abordó en su análisis está relacionado con los ingresos, que en 2022 tuvieron un buen desempeño e incluso fueron superiores a lo presupuestado. Sin embargo, para este año se espera una baja en la carga tributaria, que pasaría de 20,7% a 19,4%.
“Los niveles de recaudación que se obtuvieron en 2022 no se obtendrán en 2023. Aquí ya hay dificultades, de hecho el primer trimestre muestra que la recaudación tributaria está por debajo de lo planificado. En ese contexto y ante las dificultades de financiamiento externo, el gobierno seguirá priorizando el financiamiento interno: LETES, CETES y bonos”, dijo Castañeda.
Esto podría llevar a un aumento de las tasas de interés para familias y empresas en un contexto internacional donde ya están aumentando, agregó el economista.