Estimados Rectores y Rectoras… | Noticias de El Salvador

Ninguna reforma o transformación educativa honesta y seria se diseña y ejecuta en la comodidad de la vida cotidiana; los cambios reales requieren riesgos, sacrificios y audacia. Si seguimos haciendo lo mismo nada va a cambiar; y para renovar y adaptar nuestro sistema a los grandes retos de transformación digital que vive el planeta se necesitan ideas, patentes, datos y liderazgo comprometido.

Aparentemente es hora de pasar de la teoría a la acción…; La propuesta de una política nacional de educación superior en El Salvador del Pacto Multisectorial, con el apoyo de la agencia USAID luego de ejecutar el proyecto “Educación Superior para el crecimiento económico” ya tiene seis años, y aún estamos en discusión, mientras que los Datos no cambia y el tiempo pasa.

La Dirección Nacional de Educación Superior ya está haciendo su parte, y este año, con el apoyo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), ha comenzado a armar un paquete de importantes proyectos relacionados con la Ley de Educación Superior, la nueva Sistema de acreditación, herramientas de innovación, becas, internacionalización, aceleradoras e incubadoras de startups universitarias, entre otros aspectos.

Si recuerdan, surgió el debate sobre la necesidad de responder a dos grandes variables: 1) las tendencias globales, guiadas por al menos tres fenómenos: a) la internacionalización, b) los cambios tecnológicos y c) la contribución de la universidad al desarrollo de las naciones. ; y 2) los problemas y desafíos que experimentan las Instituciones de Educación Superior (IES) en cuanto al desarrollo científico y tecnológico, su calidad, cobertura y eficiencia, y en relación a las brechas en este nivel educativo.

El objetivo de la política fue: Convertir al Sistema Nacional de Educación Superior en un promotor del desarrollo nacional, basado en una visión de país y una planificación que promueva la ciudadanía, la equidad, la productividad, la innovación y el desarrollo científico. Logrando así una sociedad del conocimiento comprometida con el bien común y la excelencia, que asegure la legitimidad de las instituciones y la disponibilidad de recursos, para alcanzar los fines que promueve.

Para lograr este desafío, la política se centró en cinco ejes:
• Estructura del sistema: gobernanza, financiación e internacionalización.
• Funciones de la educación superior y su articulación: investigación, docencia y proyección social.
• Calidad: acreditación, aseguramiento y pertinencia.
• Accesibilidad, permanencia y eficiencia: financiación, accesibilidad, cobertura, permanencia y orientación profesional.
• Desarrollo profesional académico: roles y categorías, planes de carrera, sistemas de incentivos al mérito, evaluación, el papel del Estado y la profesionalización docente.

La visión de la política quedó definida en los siguientes términos: “Aspiramos a un Sistema Nacional de Educación Superior dinámico y flexible, que contribuya al desarrollo humano, inclusivo y sostenible, capaz de responder a los desafíos y oportunidades locales e internacionales, comprometido con la docencia, la investigación y la e innovación y proyección social, desde los principios fundamentales de equidad, justicia social, paz y bien común. Una educación superior que, con altos estándares de calidad y un alto nivel científico y tecnológico, tenga la capacidad de generar conocimiento y pensamiento crítico para promover el desarrollo económico, social y cultural, así como la formación de ciudadanos competentes, responsables y éticos”.

En este contexto, mientras se ajustan los aspectos legales y sistémicos, cada universidad podría avanzar tomando algunas medidas concretas para mejorar la calidad e instalar la política en sus centros de estudio, en al menos tres áreas específicas:

1.- Revisar y fortalecer el presupuesto de investigación, considerando un porcentaje para inversión en laboratorios y equipos (no sólo la suma de salarios); Al menos una vez al año, algo debería mejorar en las líneas de investigación, en la contratación de jóvenes investigadores con maestría y doctorado, y en el equipamiento.

2.- Iniciar el proceso de migración del profesorado hacia un modelo de mayor calidad y dignidad; todos los que enseñan a estudiantes de pregrado deben tener una maestría; al menos crear la línea de base, medir la brecha y diseñar un plan de contratación progresiva.

3.- Comenzar a diseñar carreras y programas para el futuro inmediato -transformación digital- con una nueva arquitectura; las materias deben ser, cada una, certificaciones; cada semestre o año debe tener salidas de autorización de trabajo; sin requisitos previos innecesarios. Ahora piense en créditos y diálogo con los sectores empresariales para decidir cuáles son las necesidades de capacitación (no olvide el idioma inglés).

Obviamente, casi todas las decisiones de “calidad educativa” tienen costos; Imaginemos, por ejemplo, que muchos de los hijos de Rectores, Decanos y Directores, por ejemplo, han ido a estudiar a prestigiosos colegios bilingües o privados, y algunos incluso han realizado sus estudios superiores en Estados Unidos o Europa; y a pesar de ser mucho más caro, es una inversión. De hecho, la calidad tiene su costo.

La Universidad de El Salvador (UES) también debe facturar tu equipaje; A pesar de las tradicionales limitaciones presupuestarias, la Ley Orgánica de la UES debe dar respuesta a los retos de transformación digital que vive la sociedad. Quizás con un plan estratégico bien diseñado, las autoridades de la UES puedan sentarse con el gobierno a negociar un buen presupuesto. Probablemente hasta podrían postular para el nuevo Hospital El Salvador como centro de especialidades médicas…

Ninguna reforma o transformación educativa honesta y seria se diseña y ejecuta en la comodidad de la vida cotidiana; los cambios reales requieren riesgos, sacrificios y audacia. Si seguimos haciendo lo mismo nada va a cambiar; y para renovar y adaptar nuestro sistema a los grandes retos de transformación digital que vive el planeta se necesitan ideas, patentes, datos y liderazgo comprometido.

Estimados Presidentes, o el propio mercado comienza a cambiar y el sistema global los excluirá paulatinamente, pero de manera sistemática; Con la pandemia del covid-19 se ha desatado un pandemónium de oferta online, ya no hay tantas barreras académicas. Es hora de empezar a actuar…

Investigador Educativo/[email protected]